-  Sinceramente, por comodidad. Umberto Eco, en “Cómo se hace una tesis”,  recomienda que en el momento de realizar una investigación uno debe  tomar como parámetro para elegir un tema la accesibilidad a la fuente de  información, ya sea porque emplea más tiempo y dinero  ir a investigar la toma de La Calera en Córdoba, por ejemplo, o sea  porque implica quedarse a vivir al menos unas semanas cada tanto para  emplear en la investigación e indagar como corresponde. Yo vivía en  Morón y la fuente estaba tan a mano como suponía. Luego, me encuentro  con que no era tan sencillo. Pero, como inquietud historiográfica, más  allá de la comodidad, me planteaba algunas inquietudes personales. Soy  de raíces peronistas, milité y me formé con el peronismo. Y dentro del  peronismo este siempre fue un tema tabú, salvo en estos últimos años.  Pero cuando empecé a investigar, a fines de los ’90, nadie se planteaba  nada sobre lo que fue Montoneros, su historia, su  relación con Perón y cómo plantear este tema que tenía que ver  íntimamente con la propia historia del peronismo. Ser ex Montonero  dentro del mismo Movimiento era ser un paria; e investigar qué pasó con  Perón, Isabel, López Rega, Firmenich y toda esa historia, implicaba  tomar conciencia, pero también tomar posición. Y si seguimos hilando  fino, cuando hablamos de Morón específicamente, consideré y sigo  considerando que Morón se debe una historia en muchos aspectos; y una  Historia integral, por lo menos, ya que a medida que uno escarba los  distintos aspectos de los movimientos populares, sindicales, políticos y  sociales, termina llegando a la conclusión que el partido de Morón  cumple un rol importantísimo en el escenario de las grandes decisiones a  lo largo de la historia.
- ¿Qué dificultades tuviste a la hora de encarar tu trabajo de investigación?
-Dificultades de todo tipo, las cuales algunas planteo en el trabajo y otras no. Las que planteo, tienen que ver con la falta de conservación de mecanismos de documentación y archivo, como sucede por ejemplo, en el Consejo de Partido del PJ y, creo yo, debe suceder en todos los partidos políticos por igual. Si tratás de conseguir la evolución histórica electoral del PJ en Morón, o de sus internas... ¡Ni ellos las tienen! Imagínate entonces cuando tratás de bucear más profundo... También el acceso a militantes montoneros fue una dificultad, por dos razones: en primer lugar, por razones políticas, ya que la represión de la dictadura militar implicaba una partición de áreas de influencia entre las distintas fuerzas de las Fuerzas Armadas. La zona oeste caía bajo influencia de la Fuerza Aérea y la represión bajo sus armas fue más feroz, incluso si se me permite el término, más pragmática: se le sacaba el jugo al detenido bajo tortura y luego se lo eliminaba sin miramientos, a diferencia de zona norte, donde Massera tenía su proyecto político que dependia de la supervivencia de gran parte de los detenidos. En segundo lugar, en algún momento se planteó una cierta reticencia de algunos militantes a ser entrevistados, lo cual me parece lógico y hasta previsible, ya que se trataba de escarbar en sus memorias recuerdos que hasta podían llegar a serles dolorosos. Además, cuando voy a ver la prensa de la época me encuentro con que “La Tribuna” había sufrido un incendio... Pero a pesar de las dificultades debo también destacar las facilidades: “El Cóndor” me abrió las puertas a sus archivos sin reservas, así como el Instituto Histórico de Morón con Graciela Sáenz y su equipo. A ambos les estoy eternamente agradecido.
-Dificultades de todo tipo, las cuales algunas planteo en el trabajo y otras no. Las que planteo, tienen que ver con la falta de conservación de mecanismos de documentación y archivo, como sucede por ejemplo, en el Consejo de Partido del PJ y, creo yo, debe suceder en todos los partidos políticos por igual. Si tratás de conseguir la evolución histórica electoral del PJ en Morón, o de sus internas... ¡Ni ellos las tienen! Imagínate entonces cuando tratás de bucear más profundo... También el acceso a militantes montoneros fue una dificultad, por dos razones: en primer lugar, por razones políticas, ya que la represión de la dictadura militar implicaba una partición de áreas de influencia entre las distintas fuerzas de las Fuerzas Armadas. La zona oeste caía bajo influencia de la Fuerza Aérea y la represión bajo sus armas fue más feroz, incluso si se me permite el término, más pragmática: se le sacaba el jugo al detenido bajo tortura y luego se lo eliminaba sin miramientos, a diferencia de zona norte, donde Massera tenía su proyecto político que dependia de la supervivencia de gran parte de los detenidos. En segundo lugar, en algún momento se planteó una cierta reticencia de algunos militantes a ser entrevistados, lo cual me parece lógico y hasta previsible, ya que se trataba de escarbar en sus memorias recuerdos que hasta podían llegar a serles dolorosos. Además, cuando voy a ver la prensa de la época me encuentro con que “La Tribuna” había sufrido un incendio... Pero a pesar de las dificultades debo también destacar las facilidades: “El Cóndor” me abrió las puertas a sus archivos sin reservas, así como el Instituto Histórico de Morón con Graciela Sáenz y su equipo. A ambos les estoy eternamente agradecido.
- ¿Cómo definirías el desarrollo que Montoneros tuvo en el antiguo Partido de Morón?-  El desarrollo es paralelo a lo que fue la historia de Montoneros a  nivel nacional. El antiguo Partido de Morón era un centro operativo de  importancia singular, y la talla de los dirigentes que fueron  responsables de la organización da muestra de ello: Dardo Cabo, Dante  Gullo, Carlos Caride, Tulio Valenzuela, Claudio Slemenson, entre otros,  fueron algunos. Tanto el crecimiento como el declive de la organización  en Morón corresponde a los tiempos políticos a nivel nacional. Hasta  mediados del año ’74 fue de crecimiento progresivo. Cuando se produce la  ruptura con Perón, el 1° de mayo de ese año y con el posterior pase a  la clandestinidad, se inicia un divorcio entre la organización y las  bases o los barrios, que da inicio a su declive. Este declive se  pronuncia con la muerte de Perón y el accionar de la Triple A, que  encuentra a Montoneros en franco repliegue,  desmitificando esa famosa teoría “de los dos demonios”, que marca que el  golpe militar del ’76 se produce por la violencia política de las  organizaciones guerrilleras. Hasta el ERP se encontraba prácticamente  disuelto luego del Operativo Independencia de fines del ’75. La única  violencia existente en la Argentina, en ese entonces, era la de la  extrema derecha, con débiles respuestas por parte de la izquierda.
-  ¿Tuviste posibilidad de verificar, más allá de los dichos de los  militantes, la inserción real de la organización en los barrios?-  Claro. Las prácticas políticas, la militancia a temprana edad, no era  patrimonio de Montoneros, pero es fácil advertir que en ese momento  quien no militaba adhería, al menos indirectamente, a una idea política.  He hablado con gente de los barrios que adhería o militaba y cuando  sucede el 1° de mayo se aparta de la organización, ya sea por voluntad  propia o por coacción de sus padres, en el caso de jóvenes o  adolescentes. Por otra parte, si uno observa con detenimiento la prensa  nacional o la partidaria como “Evita Montonera” o “La causa peronista”,  puede ver en las fotos el grado de adhesión que tenía en ese entonces la  Columna Oeste, de la cual Morón era una parte importantísima, como  dije. Y no hay que olvidar que ése era un tiempo de militancia plena, no  existía el clientelismo político o la adhesión interesada, donde uno  iba a la marcha o al acto político a cambio de algo o por algún tipo de  presión: iba el que quería.
- ¿Qué vínculos se establecieron con lo que se denomina la “sociedad civil” y en aquel entonces era el “pueblo”?-  Particularmente, no soy de pensar que la “sociedad civil” sea distinta  de lo que era el “pueblo”. El pueblo sigue siendo pueblo hasta que se  demuestre lo contrario. Quizás los rótulos posmodernistas pretenden  hacer pasar de moda ciertos conceptos como imperialismo, clases  dominantes, dominación, explotación, revolución o pueblo, pero la  dinámica histórica demuestra que esos conceptos siguen tan vigentes  ahora como en los tiempos de la Revolución Francesa. Pero volviendo a tu  pregunta, los vínculos se producen a partir de una política de la  Organización de presencia con las necesidades barriales: la lucha por el  asfalto, las veredas, una garita para parada de colectivos, etc. Quizás  ese vínculo, a mi entender, no era tan sólido en lo ideológico como  para sobrevivir a una crisis como la que se produce con el pase a la  clandestinidad. Aún así, no sólo el pueblo participa de este vínculo,  sino también las sociedades de fomento, las iglesias, las bibliotecas  populares, etc. No nos olvidemos que en Morón Sur, una sociedad de  fomento vinculada a los trabajos barriales como la Sociedad de Fomento  Barrio Belgrano deriva, con el golpe del ’76, en el XXVI Batallón  Sanmartiniano, casi una parodia de escuelitas de Boy Scouts, para  adormecer la participación popular.
- ¿Cuál fue la suerte de Montoneros en Morón?-  La disolución casi absoluta en el momento del golpe. Una militancia  dispersa que se corresponde con los momentos políticos a nivel nacional,  como te decía antes. Si venís más adelante, puedo comentar la aparición  del Peronismo Revolucionario con la vuelta de la democracia, un poco  antes, que no fue muy numerosa pero que sí se hacía sentir a la hora de  participar políticamente. Pero en el período que estudiamos, podemos  hablar de militantes librados a su suerte (luego del golpe), esperando  directivas o contactos que nunca llegarían. Algo realmente muy triste  para quien haya tenido que vivirlo.
- ¿Pensás continuar la investigación?-  La investigación está abierta a nuevas inquietudes o a nuevos aportes.  En la medida en que haya material que pueda servir para enriquecer,  contradecir, corregir o desdecir lo ya dicho, bienvenido sea. La  Historia es movimiento y siempre hay tiempo para darle un sentido nuevo a  lo ya escrito; y si ello implica superar lo hecho, tanto mejor. Por  ahora, quiero investigar ciertos aspectos que, gracias a la crítica de  mucha gente, pude notar, como por ejemplo, el movimiento sindical en la  época. Si se puede hacer otro libro o agregarlo en una edición ampliada,  lo dirán los resultados.
- ¿Pudiste presentar el libro? ¿Tenés pensada alguna nueva presentación? ¿Dónde se consigue?-  Si, lo presentamos el 27 de marzo pasado en el Salón Le Park, del  SEOCA, gracias a la gentileza de Víctor Hugo Pintos, el tesorero del  sindicato, quien nos cedió el espacio desinteresadamente.  Desgraciadamente, ese día fue muy conflictivo ya que nos encontramos en  medio del lock out del campo y había un acto de la presidenta en Parque  Norte; la fecha llevaba un mes de programación y no se pudo suspender,  así que la concurrencia no fue la esperada. Esperamos presentarlo  nuevamente, aunque aún no hay nada programado. Por ahora, el libro se  consigue en muchas librerías de Morón, Haedo, Ramos, San Justo,  Castelar, así como en los puestos de diarios y revistas, especialmente  en los andenes de las estaciones.Publicado en Diario Latitud 35 el 30/05/2008

 
